viernes, 5 de octubre de 2012

Un huracán libre

Salió por módulo 6, imaginé que se dirigía al ascensor, espero que no me haya visto y que en el par de miradas que cruzamos no haya advertido la rapidez de los latidos de mi corazón indiscreto.
La universidad está tan tranquila, tan repentinamente vacía, ligera, brisa, sombra, murmullos, tan contemplable como él cuando se dedica a pensar, a pensar cada detalle, la hormiga que camina entre las hojas y cuando pensar se convierte en soñar y una gota de lluvia te grita que despiertes, y yo no quiero y me repito que solo será una nube, luego recuerdo que tú también fuiste una nube y me llueves de vez en cuando, y tengo frío pero tú no  puedes arroparme y no, no quiero despertar, me imagino que cada gota en mi espalda es un beso tuyo.
¿A dónde van las miradas que no se encuentran?
Y en ese ensueño me pasas por el frente, despacio como la brisa y sonríes y me sonrío, después de ti la brisa es fría, es penetrante, la brisa grita porque está sola y tú ya has pasado.
¡Ay si eres nube no me lluevas! no vuelvas y no te vayas.
Sé huracán y llévame.

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