miércoles, 18 de marzo de 2015

A veces cuando estoy contigo, te miro detalladamente, miro tus brazos, los vellos de tus brazos, las cicatrices de tus brazos, como se pliegan las articulaciones de tus dedos, subo a tu cara, miro tus labios y sus pequeñas líneas, miro como salen los vellos de tus mejillas, medio grises, medio negros, miro tus ojos cambiar de color, volverse miel pura ante mi mirada. Cuando agarras mi mano, me gusta mirarlas entrelazadas, mirar como tus dedos se intercalan con los míos, mirarte te hace realidad, mirarte es lo que tengo para saber que existes, que no eres un sueño. 

domingo, 1 de marzo de 2015

Fuiste como esos cuentos cortos, un cuento de un viaje, un viaje ida y vuelta, y ahora solo eres el recuerdo de ese viaje, la sensación de que aún se está en el camino, la brisa sobre la cara y a veces sientes que te mueves aunque hace rato que estás en casa, mirando el techo desde tu cama.
Seguirás siendo, tus ojos seguirán mirándome, verdes y grandes, ocupando toda mi mente, seguirás mirándome discretamente y yo jugaré a ignorarte. Después de todo gracias, gracias por sacarme de la rutina de amar de la misma forma una y otra vez, la forma fugaz en la que me amaste fue más intensa que cualquier que haya durado y prometido mucho, sigue disfrutando de la música, yo seguiré disfrutando de ti.