Me convencí de que no estaba lista para escribir, de que debía esperar un poco a que las heridas al menos dejaran de sangrar, pero no soy nadie si no escribo, no soy quien era y quien quiero seguir siendo si no digo todo lo que siento, si no fumo un poco y me siento a tratar de hacer algo productivo y termino escribiendo palabras sin sentido pero con significado, no soy yo si no aprovecho cada mal momento para sacar cosas buenas, tardé solo una semana en entender que no podía dejar de escribir, que sin eso me volvería loca, y aquí estoy:

Otra historia de esas que me pasan a mí y que seguro te han pasado a ti
Esa persona que parecía serlo todo para ti desaparece y tú te acostumbras a vivir sin él, comienzas a ver a otra gente, a sentirte bien contigo misma, a tener tiempo libre para ser quien quieres ser, para cumplir tus propias metas, debería ser siempre así, pero en esos momentos se sienten unas ganas de vivir al máximo, ganas de correr y saltar, te dan ganas de sentirte alegre por el simple hecho de existir, puede que no sea la descripción que ustedes esperaban, pero así me siento yo, más fuerte cuando no estoy enamorada.

Fin

Cuando olvidar se convierte en recordar y arrugar las páginas,

cuando olvidar en realidad es echar los pasos atrás 

mirar de nuevo a donde se dejó de mirar por haber creído encontrar nuevos horizontes

ver la península lejana que jamás se debió perder de vista.

Mirar en los ojos de cada hombre los del hombre amado

no de ese que se acaba de ir

sino de ese que siempre ha estado allí 

y que un día se hará visible

cada pensamiento es un viaje sin retorno

otro libro

otra historia.