domingo, 25 de marzo de 2012

1

Duró tan poco
que no supe qué pasó,
si realmente desperté
o si soñé que te soñé
¿Todo esto qué fue?
¿Un intento por sacarme del letargo tal vez?
Me fue difícil mirarte a los ojos
y cuando finalmente me encontré
te perdí.
Qué historia de amor tan corta
tuvieron tu mano y la mía,
qué romance tan fugaz
el de tu brazo en mi torso.
El viento
se llevó tu beso en mi pelo
y todo lo demás.

jueves, 1 de marzo de 2012

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Quise besarte, lo pensé, miré tus labios con detenimiento, memoricé cada parte de ellos, cada curva, casi sentí la textura con solo mirarlos, cerré tus ojos, besé tus mejillas, tus ojos, tu cuello, bordeando tus labios, llegando tan cerca, tan cerca, te tenía allí, pude hacerlo, podía dejarme llevar, estaba fuera de mí, o quizá más dentro de mí de lo que jamás he estado, tan cerca de todas las veces que te he besado en sueños, en ese momento ¿Qué costaba convertirlos en realidad? tres centímetros me separaban del olvido, en un momento todo podía cambiar, lo pensé una vez más, después de mil veces, lo volví a pensar, entonces me di cuenta de que eso jamás ocurriría, de que estábamos condenados a ser dos imanes separados por un cristal. Siempre estaré anhelante de ese beso, siempre recordaré que pude hacerlo, siempre veré sus labios y morderé los míos, siempre tendré sed y ni siquiera tendré el consuelo de morir.

Tú recuerdo sigue allí, no he hecho borrón y cuenta nueva, ha pasado el tiempo, se han calmado mis temblores al pensarte, ha cesado el correr  de mis lágrimas en tu nombre, pero no han cesado las ganas de tus labios, no han cesado las ganas de que seas real, esa sed, esa necesidad, ese deseo, esa sensación con el nombre que se le quiera dar no se ha ido, sigue aquí, sigue escondiéndose porque no puedes ser, porque esos diecisiete años no nos dejan ser, porque el oro que pesa en tu dedo nos dejan ser, porque la vida no nos dejó ser, amar, besar.