lunes, 28 de noviembre de 2011

Qué pasa si...

¿Qué pasa si pierdo la cabeza y te beso como siempre he querido?
Porque tus labios siempre me han provocado, pero son como ese algo sagrado que nunca he querido tocar.
“Cierra los ojos” - le dije - Solo para concentrarme en su boca, solo para dejarme llevar.
Fue ahí cuando me di cuenta de que no estaba tan fuera de mí, de que podía arruinarlo todo, de que lo arruinaría todo con el más mínimo roce.
¿Por qué tengo que estar siempre a dieta de tu boca?