No sé bien por qué tienen lágrimas mis ojos, debe ser porque
a veces me inundan los sueños, me inunda el querer saber, me llueve a cántaros
el pueblo en que nací, se me nubla Caracas, los libros que he leído se me
desordenan y las esperanzas se acumulan; todos los espacios se me han quedado
pequeños y por eso estoy aquí, siempre buscando salir, una vez quise ser
astronauta, un día decidí ser científica y estudiar la tierra y el petróleo,
pero lo dejé porque quería volar, siempre he querido volar y atarme a la tierra
no era lo mío, así fue como mi primera opción se convirtió en la mayor
ridiculez que jamás he podido cometer. Ando tanto en las nubes que cada vez que
aterrizo me duele y lloro, lloro por horas, por días, una vez pasé un mes
llorando sin pausa, creo que había pasado un año intentando llegar a júpiter,
ya ven cómo soy, casi nunca estoy pensando en lo que pasa o en lo que pasará
sino en lo que podría pasar y nunca pasa "¿si no va a pasar por qué no
imaginarlo?". Alguien me dijo una vez que me consideraba una persona muy
fuerte, vive un engaño, porque para mí ser fuerte no es vivir siempre de lo que
no existe, no es crearse un mundo donde no todo sea perfecto, pero sí
diferente, no es esconderse tras la máscara del pacifismo y la perseverancia,
contemplar, observar, anotar y seguir caminando.
Sentir el sol en la parada de autobús mientras todos se
preguntan por qué se tarda tanto, llorar porque la ruta es siempre la misma
pero no es igual, me siento entre Escila y Caribdis, en el medio de tanto
futuro y tanto pasado, nadie sabe por qué pasan exactamente las cosas, pero
siempre pasan por algo, yo siempre canto, no sé si me escuchen, pero siempre
canto, lloro lo mismo.
Dicen que el miedo es lo que hace que la vida tenga sentido,
lo que te impulsa, el miedo es lo que te hace valiente. La misma persona me
dijo que no dejara que algo me hiciera daño, pero ¿y si soy yo misma? no puedo
alejarme de mí.
Creo que estoy amotinada de tanta historia, de que cada
segundo sea pasado y futuro al mismo tiempo, de que cada día sea una página y
todas las hojas se me revuelven en la cabeza, esa llovedera también me tiene
mal, todas las hojas se mojan, tanto estudio y tanta cosa, pero uno nunca sabe
nada de mañana, solo que es domingo.
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